Desde su aparición en la provincia de Wuhan, China, a
mediados del mes de diciembre del año 2019, el coronavirus o COVID19 ha causado
alarma y movilización a nivel mundial, debido a lo que representa su gran
capacidad de contagio entre la población. Avanzando con rapidez insospechada
por oriente, para desplazarse hasta occidente, posicionando su epicentro en Italia,
uno de los países con mayores estragos económicos y muertes hasta el día de hoy.
Para el caso de Mexico, mucho se consideró su llegada, y
es que la mayor ventaja que teníamos como país era precisamente analizar los
movimientos que los otros llevaron a cabo para combatir y enfrentar la amenaza
biológica. Sin duda, la mayor esperanza era que “no llegara,” más sin embargo
esa posibilidad era casi nula tomando en cuenta las dinámicas modernas de
la globalización que permiten a los
seres humanos interactuar de manera más ágil y rápida que años atrás.
Cuando se supo que en Yucatán ya existía un caso
confirmado de COVID19, el de una mujer
que llegó de España, la situación cambió radicalmente: comenzó la paranoia, el
miedo y la inseguridad colectiva. El pánico comenzó a apoderarse de la mayoría
de la población y fue entonces que la sociedad comenzó a demostrar “de lo que
realmente está hecha”. Lo primero que pudimos observar fue la cantidad
inimaginable de desinformación que comenzó a circular por redes sociales: fake
news, notas ociosas y tendenciosas, información por parte de medios
amarillistas y sensacionalista, las famosas “cadenas”y audios sin ningún
sustento científico que avalara lo que en sus mensajes mencionaban, y otra
serie de vicios informativos que fueron degenerando y precipitándose en
actitudes sociales negativas como las compras de pánico, el acaparamiento de
insumos como geles antibacteriales, cubrebocas, guantes y algunos medicamentos.
Lo triste e indignante de esto último, fue que mucha gente sólo acaparó con
fines de usura y lucro, revendiendo dichos materiales a precios desorbitados.
A la par con lo anterior, también se fueron dando
actitudes y comportamientos por parte de la gente que contrastaban y
polarizaban entre dos grupos significativos: aquellos que comenzaron a
atrincherarse en sus casas y aquellos que, por una u otra razón, necesitaban salir
ya sea a trabajar o, en el peor de los casos, sólo por cuestiones lúdicas. La
tensión social seguía escalando hasta volcar en actitudes más radicales que
condenaban la postura de aquellos que salían de su domicilio sin considerar las
causas que motivara a lo anterior.
Para todo esto, el Gobierno estatal tomó como medida “cautelar,” emitir un comunicado en el
cual señala que se actuaría enérgicamente contra aquellos que estuvieran
contagiados y diagnosticados y no acatarán la cuarentena. Las penas que podrían
llegar a los 3 años de cárcel y multas de hasta $86 000 pesos dieron muestra de
una medida populista (con tintes fascista) la cual fue bastante “aplaudida “
por diversos sectores sociales sin que se considerarse lo negativo que podría
resultar el hecho de criminalizar a los enfermos y de ser tan punitivos con
dichas disposiciones.
La medida es criticable desde diversas perspectivas, principalmente
porque señala que “deben estar diagnosticados” para ser acreedores a dichas
sanciones. Sin embargo las pruebas a nivel estatal no se están llevando a cabo
con frecuencia ni celeridad, por lo tanto es difícil que alguien pueda
diagnosticarse sin que anteriormente haya convivido con otras personas. Otra cuestión es que la
medida se enfoca permanente en la sociedad civil y no atiende las
particularidades de las empresas y de los particulares, quienes igualmente
exponen a sus empleados.
Y hablando de cuestiones laborales y subsistencia, no
podemos dejar de mencionar la terrible situación de desigualdad social y
económica que existe en Yucatán, y es por eso precisamente qué muchas personas
se vean en la necesidad de salir a vender (la mayoría son comerciantes
ambulantes o irregulares) para tener el ingreso “del día” y poder llevar a su
familias el sustento mínimo. Si bien es cierto que estamos atravesando por una
crisis de salud, también estamos atravesando por una crisis humana a niveles
tan preocupantes como que a los médicos y enfermeras mucha gente los veo como
verdaderos apestados y todo por la alta ignorancia y el egoísmo de todas esas
personas que los insultan o niegan servicios como el de transporte a través de
plataformas como Uber o Didi.
Para llevar a un nivel más crítico todo lo anterior, y
comulgando con el aspecto de la desinformación, tenemos también la falta de
responsabilidad de muchas personas, tristemente hasta los propios profesionales
de la salud, quienes suben fotos e imágenes de enfermos, de sus pruebas o de
sus rayos “x” las cuales dudo se hayan hecho bajo consentimiento del afectado.
A este punto cabe cuestionar ¿Qué orilla a un médico o enfermera a tomar fotos
que forman parte de un expediente clínico particular para subirlo a redes y
propagar descontrol? ¿Cuáles son los valores éticos de estas personas?
Sin duda esta
crisis está dejando aflorar muchos aspectos de la naturaleza humana sobre lo
cual vale la pena trabajar mucho más, pues si bien existen complicaciones de
coordinación entre los niveles Federal y Estatal para atender esta pandemia, no
podemos negar que nosotros como sociedad también estamos haciendo muchas cosas
mal. Ojalá la cordura, la información y la EMPATÍA prevalezca por encima de
toda adversidad para un verdadero bien común.
El primer ministro Boris Johnson dio a conocer esta
información basándose en datos iniciales aún por precisar.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, advirtió
que la variante británica del coronavirus, considerada mucho más contagiosa que
las anteriores, también puede estar asociada a una mayor mortalidad.
“Ahora también parece haber algunos indicios de que la
nueva variante, la que se identificó por primera vez en Londres y el sureste [de
Inglaterra], puede estar asociada a una mayor mortalidad”, aseguró.
En el caso de hombres de unos 60 años, la mortalidad en el
país era anteriormente de 10 pacientes por mil enfermos y actualmente estaría
entre 13 y 14 por mil, explicó el principal consejero científico del ejecutivo,
Patrick Vallance.
Subrayó, no obstante, “que hay mucha incertidumbre en
torno a estas cifras” y que se requiere “más trabajo para tener una
comprensión precisa”.
“Obviamente es preocupante que haya habido un aumento de la
mortalidad, así como un aumento de la transmisibilidad, como parece ser el caso
hoy en día”, añadió.
Como se recordará, expertos habían señalado que nada parecía indicar que la nueva variante hallada originalmente en el sur de Inglaterra provocara formas más graves de la enfermedad o que fuera resistente a las vacunas. Pero estas nuevas declaraciones, pese a que aún no hay datos contundentes, comienzan a generar más incertidumbre.
Respecto a las vacunas, el primer ministro de Reino Unido aseguró,
sin embargo, que “todos los indicios actuales siguen demostrando que las dos
vacunas que utilizamos actualmente siguen siendo eficaces tanto contra la
antigua variante como contra esta nueva variante”.
Cabe destacar que esta variante británica ya ha sido
detectada en al menos 60 países y territorios a pesar de las crecientes
restricciones impuestas a los viajes.
«Si
se quiere salvar al planeta y a la especie se requiere en primer lugar confiar
en el ser humano y en sus capacidades para transformar el mundo que le rodea y
mantener el equilibrio necesario entre la naturaleza y la sociedad, lo que
significa en segundo lugar confiar en la ciencia como herramienta
imprescindible para revelar los vínculos necesarios entre todo lo existente y
las causas de los fenómenos a fin de poder modificar o amortiguar los efectos,
a pesar de la complejidad, el caos, la incertidumbre que minaron el principio
determinista mecanicista.»
Con
la frase descrita supra, la doctora Mirta Casañas Díaz, nacida en
Matanzas, Cuba, abre una serie de elementos clave para el porvenir y finalidad
de la educación. No perdamos de vista que la gran ola de voces antiderechos y
de intolerancia continuan, incesantes, hiriendo a la sociedad, y acrecentando
la brecha de desigualdad. Este sistema económico que vivimos día a día no está
roto, sino que fue diseñado de tal forma que las personas en situación de
vulnerabilidad sean quienes produzcan, pero que las ganancias y beneficios sean
únicamente del pequeño grupo de gente privilegiada. Hace poco, Animal Político publicó un reportaje en
que se demostraba que las grandes víctimas del Covid 19 es la gente proletaria,
la clase trabajadora, aquella que difícilmente tiene garantizados sus derechos
humanos: Eso es el capitalismo.
«Si
se quiere salvar al planeta y a la especie se requiere en primer lugar confiar
en el ser humano», nos dice la filósofa cubana; así como
la fórmula de Hobbes sentenciaba que el lobo de la humanidad es la propia
humanidad, me parece que su salvación está en sí misma. Tenemos que confiar en
nuestras capacidades para transformar—no consumir—el mundo que habitamos,
siempre procurando la balanza entre la naturaleza y la sociedad. ¿No sería la
educación la llave final de la intrincada maquinaria social? El marxismo
demuestra la transitoriedad del sistema capitalista, su naturaleza enajenante y
la imposibilidad de resolver en su marco los problemas y violaciones a derechos
humanos que afectan al mundo hoy. Para la filósofa cubana, no basta con tener
una posición optimista ante el conocimiento, sino que se requiere reconocer las
posibilidades de las personas de conocer la esencia de los fenómenos y en
correspondencia poder transformarlos, considerando la estructura socioeconómica
y clasista de la sociedad.
Las
palabras de la doctora Mirta Casañas cumplen su cometido y resuenan incesantes
en quién las lea. Entonces, no hay duda que la educación es el eslabón
fundamental para el devenir histórico de la humanidad «a pesar de la
complejidad, el caos y la incertidumbre».
Yucatán, la entidad donde vivo apoya formación académica de miles de estudiantes.
Ticul, Yucatán, 22 de enero de 2021.- Con la distribución de más de 39 mil ejemplares de “Yucatán, la entidad donde vivo”, la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Segey), proporciona herramientas didácticas de calidad al alumnado de las primarias públicas, privadas o de los sistemas Indígena y Especial en la región.
Representantes de zonas escolares del sur de la entidad recibieron de la titular de la Segey, Loreto Villanueva Trujillo, los libros de texto gratuitos en formato físico, que se suman a los recursos que permitirán a maestras, maestros y estudiantes, cimentar nuevos conocimientos y desarrollar un sentido de pertenencia comunitaria.
“Realizar este libro ha sido una experiencia muy bonita. Nos ayudaron maestros en activo y docentes jubilados; todos estuvieron muy pendientes de que el plan de estudios de tercer grado estuviera correctamente ligado”, indicó la funcionaria, acompañada de la subsecretaria de Gobierno y Desarrollo Político, Carmen González Martín.
Como resultado de una labor interdisciplinaria entre historiadores, personas expertas en proyectos tanto pedagógicos como educativos, docentes frente a grupo y profesionales en diseño, comunicación visual y escrita, este trabajo editorial contiene elementos didácticos innovadores que facilitan su comprensión.
“En lo personal, me parece que hubo muchas mejoras: las fotografías que tiene son de acuerdo al estado, muchas son fotografías actuales; los niños están encantados con este material, trae actividades para iniciar el día, para saber qué es lo que saben de Yucatán; las costumbres, más que nada, que se han ido perdiendo, las tiene muy marcadas”, comentó Trinidad Alcocer Aguilar, profesora de la escuela “Carlos Carrillo Vega”, turno vespertino.
Personal docente de tercer año de primaria coincide en que fue un acierto incluir actividades interactivas en este volumen de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), pues motivan a las y los alumnos, y despiertan su interés en profundizar sobre los temas concernientes a su estado, desde los ámbito cultural, histórico y social.
“Tiene mucha calidad; me llamó la atención el bloque donde mencionan a la Unesco y el cuidado del medio ambiente. Trae material recortable, que a los niños les gusta mucho; por ejemplo, la Catedral, que es para que armen; ese material les gusta mucho a mis alumnos, porque pueden recortar y pegar”, señaló Alcocer Aguilar.
Para mamás, papás y tutores, quienes refuerzan la tarea del profesorado en casa, contar con un libro que afiance el orgullo por pertenecer a Yucatán brinda ventajas que se reflejarán positivamente, no sólo en el aprovechamiento escolar, sino también en el aspecto personal.
“Me encanta esta materia; yo he visto cómo se han perdido muchas costumbres y algo que a mí me gustó de este libro es la portada; está genial el hecho de ver a una persona de mi cultura, con el traje regional y dos animales que son nuestro símbolo. Que no solamente nos conozcan por la pirámide de Chichén, es una manera de mostrarle a nuestro hijos que hay muchas más cosas en Yucatán y que se sientan orgullosos”, expresó Josué García Manzanero, papá de Santiago García Camacho, alumno del tercer grado, grupo A, del referido colegio.
En las siguientes semanas, personal de la Segey visitará todos los municipios de la entidad para distribuir ejemplares. Cada comunidad organizará la logística para proporcionar estos materiales y apoyos, con todas las medidas de prevención que señalan las autoridades sanitarias.