El
ingeniero Emilio Zamudio, responsable de los estudios dasonómicos para las
empresas madereras asentadas en La Sierra y en la Colonia Yucatán, menciona en
su biografía que en los montes cercanos a estos poblados, durante la década de
los cuarenta, destacaban las siguientes especies forestales: cedro rojo, ramón,
chacáh, pich o guanacastle, yaxnic, ceiba, kalatox, roble o bec,
xpasac, jobo o Jujuy, tzalam, balché, bojóm, ciricote, granadillo o subinchén
y el palo de tinte, entre otras especies con características similares.
Seguramente
también desde tiempos ancestrales han existido en la zona oriente y sur de
Yucatán, y sobre todo en el estado de Quintana Roo, una serie de árboles que
los niños de entonces recordamos con singular alegría, pues eran parte de
nuestra degustación en sus épocas de producción. Entre otros: el Polbox,
Chiqué, Sacpáh y Kilim.
Hace
algunos pocos años, durante nuestros recorridos habituales para el registro de
cenotes y grutas del estado de Yucatán, nos correspondió trabajar durante
algunas semanas en la zona oriente del estado, particularmente alrededor de la
Colonia Yucatán, donde se encuentra una importante cantidad de ejidos y ranchos
particulares. En estos recorridos logramos identificar, con ayuda de biólogos e
informante locales, la existencia de árboles frutales que para muchos de
nosotros representó fuentes de abastecimiento y el aprendizaje para conocer
sabores diferentes y extraños a través de sus frutos.
Es así
como en un mes de mayo, estuvimos en Moctezuma, un poblado muy antiguo, distante
13 kilómetros del puerto de El Cuyo, pero antes de salir a un recorrido
encontramos a don Milton Gómez, entonces
un hombre de 75 años, en su parcela
chapeando entre los diversos árboles de lima, limón, naranja, mango, ciruela,
caimito, plantas de chaya, achiote y otras más. Estando allá, un árbol llamó nuestra atención por ser diferente a los demás. Era un
árbol de Polbox, que era común encontrar en los montes de la esa zona durante
la explotación maderera, y que ahora ya es un tanto difícil encontrar en su medio
silvestre. Este joven árbol medía más de 3 metros de altura y comentaba don
Milton que dos años antes produjo durante los meses de julio a septiembre más
de 20 frutos que algunos jóvenes del poblado degustaron. En otra visita a un
cenote cercano, ubicado a escasos dos kilómetros al noreste de la Colonia
Yucatán, saliendo por la calle Chechén rumbo a “Maderas Blancas”, al estar
reconociendo la flora circundante, nos llevamos la agradable sorpresa de ver un
árbol de kilim cuyo fruto es parecido a la ciruela, pero que crece de
manera silvestre en los montes. Otro árbol encontrado fue el de Sac’pá
o Nance Silvestre. Este
tipo de Nance, es común encontrarlo en la región, en varios ejidos y hasta en
los patios de las casas del ejido Santa Rosa Concepción, localizado a unos 10
kilómetros al norte de la Colonia.
Durante
nuestra niñez, se acostumbraba ir al monte a buscar bajo los árboles los frutos
caídos para curtirlos con sal, chile y algo de vinagre, para que en un tiempo aproximado
de 20 a 30 días pudiera ser paladeado. Tiene un sabor agridulce al madurar y
sabor amargo e imposible de comer en estado verde o recién bajado del árbol. Otro
árbol que llamó nuestra atención en otra salida
y el cual creíamos más difícil de localizar fue el árbol de Chiqué,
que tiene el color de sus hojas, su tronco y su altura son parecidos al árbol
del Caimito, pero cuyos frutos son
pequeños, normalmente del tamaño de una aceituna y cuyo sabor se disfruta
mejor en estado semiseco. Este árbol de Chiqué, también lo encontramos en los
montes del ejido Dzonot Aké, cuando de repente vimos bajo un extenso follaje,
una planta muy delgada de no más de 60 centímetros de altura, que no pudimos
extraer con las herramientas de que disponíamos debido a sus profundas raíces,
lo que habla de que estaba en su hábitat y bajo condiciones óptimas de
desarrollo. Quizás sea por eso que sobreviven a los fuertes vientos que
provocan los ciclones tropicales.
En
general, este es un breve recuento frutos silvestres que rodearon los años
felices de la infancia en la Colonia Yucatán.
Asociación de Cronistas e Historiadores de Yucatán.
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