Conecta con nosotros

Arte y ciencia

El callejón de los milagros de Naguib Mahfuz

Aracelly Guerrero Maldonado

Publicado

en

Hablar de adaptaciones literarias a filmes siempre me produce ansiedad. La palabra adaptación nunca ha sido bien entendida por el público en general y mucho menos por los puristas literarios y de los otros medios audiovisuales que también suelen adaptarse a cine, como los videojuegos, novelas gráficas o animaciones y mangas.

Una adaptación implica que la obra será modificada para un formato artístico para el cual no fue creado, la narración forzosamente será distinta, pues la libertad que da la palabra escrita no siempre puede ser traspasada como si fuese una hoja de papel calca al cine, así que inevitablemente los directores y creadores fílmicos, tendrán que usar su arte, su creatividad para lograr la adaptación, con buenos o malos resultados, o  quizás debería decir con más o menos aceptados resultados, pues en general el mundo del fandom (los que se conocen como los aficionados) y el de la crítica no suelen coincidir.

En este en caso particular, El callejón de los milagros, libro de Naguib Mahfuz, originario del lejano Egipto, musulmán y aparentemente de una cultura diametralmente opuesta a la mexicana, multicultural y mayoritariamente católica, la adaptación fue no sólo buena, fue excelsa, y si hubiera un premio para las mejores adaptaciones fílmicas, seguro que estaría en los primeros lugares. Hablar del libro separadamente del filme, después de haberlo visto, me resulta imposible, y eso es por la doble maestría del autor del libro y del director de la cinta.

Hay pocas películas mexicanas que reflejan con esta claridad cristalina una de las tantas realidades de nuestro país, como si fuera una fotografía, una postal de este México que nos pasa por el rabillo del ojo, pero al que olvidamos fácilmente, a menos que la vivamos, si he de enlistar las películas que me han parecido junto con ésta, retratos casi al carbón, tendría que mencionar Los olvidados de Luis Buñuel y la más reciente Chicuarotes de Gael García Bernal.

Naghib Mahfuz, como mencioné antes, es egipcio de nacimiento, citadino diríamos acá, pues creció en El Cairo, la capital de su país. De religión y cultura musulmana, hijo de un funcionario. También vivió en un barrio céntrico de su ciudad, que es como decir que vivió cerca del zócalo capitalino. Es tal vez este paralelismo, junto con su maravillosa capacidad de síntesis, lo que el autor nos plasma en su obra, esa forma tan suya de presentarnos a todos los tipos de personas que viven en el Cairo y que tienen a sus pares en la cosmopolita capital de nuestro país.

El autor no abunda en la psicología de los personajes, su prosa es costumbrista, es decir que nos presenta las situaciones, los eventos y las circunstancias más comunes, sin ahondar en los individuos. Por su puesto se trata de personas, pero su perspectiva es social, cultural, y sin embargo su análisis no deja de ser certero, no deja de presentar con la precisión de un bisturí comentarios que no están destinados a esclarecer, si no a criticar y expresar inconformidad, sí, esta es la realidad cotidiana y no significa que esté bien, tal vez ésa fuera la razón de que parte de su obra fuera proscrita en su país y que fuese víctima de un atentado contra su vida.

¿Qué es lo que dice Mahfuz que es tan reaccionario y merece censura y muerte? Pues nada más que la verdad, esa que dice el dicho popular que no peca pero incomoda. Esa que refleja la doble moral que prohíbe el alcohol (en la religión musulmana) pero permite los bares en los barrios judíos, o que nos impone la ley seca pero permite los clandestinos, la homosexualidad de closet, esa que nos dice que para ser muy hombres hay que golpear a las mujeres y al mismo tiempo acostarse a escondidas con muchachitos, el sueño de una vida mejor mediante el servicio militar (o la migración), pero no mediante el esfuerzo, ya que la corrupción gubernamental y civil no lo permiten, la idealización de la mujer en la mente de los hombres (ellas también tienen ideas propias y no necesariamente coinciden con las que los hombres plantean para ellas) y así de sopetón, toda la marginación por pobreza, género y clase, que hubo, hay y seguirá habiendo en esa maravillosa y multifacética ciudad de México, ah perdón, del Cairo.

El libro es además muy fácil de conseguir y de leer, se los recomiendo a todo tipo de lectores y por supuesto les recomiendo que vean la película, si pueden acercarse a ambas visiones, se complementan, y les aseguro no se arrepentirán, pero como siempre juzguen por ustedes mismos. Un párrafo de Mahfuz, quizás invite a más a su lectura:

“Pasaron los días y el mal del espíritu se agravó: la irritación, la rebelión, el odio y la desconfianza no le daban reposo.  No se avenía a la voluntad divina porque no comprendía en qué había faltado para merecerse aquello. Era de las personas siempre listas para ver la paja en el ojo ajeno y encontrar excusas para sí mismo, convencido de que él siempre tenía razón y era perfecto.”

También te puede interesar: Algo alrededor de tu cuello de Chimamanda Ngozie Adichie

Última página

El enorme reto de un espacio cultural

Ariel Avilés Marín

Publicado

en

El profesor Ariel Avilés Marín, una de las plumas más lúcidas de Yucatán, y amigo de toda la vida, desde los días iniciales de la benemérita Escuela Modelo, hasta el presente convulso y turbio, como activos martianos con quien me une la vocación docente, las letras, la pasión y el entusiasmo por la música, y el amor por México y Cuba, nos honró con la escritura de la última página de  Informe Fracto, que a partir del día de hoy domingo 3 de octubre de 2021, entra en receso después de casi tres años de haber abierto una ventana al pensamiento, a la cultura y a la información libres, sin cortapisas de ninguna clase, ponderando siempre el respeto a la diferencia y tratando de dar voz al otro, a los innominados y en general a todos los que no han querido guardar silencio ante el mundo desigual que amenaza ya con la extinción de la especie. En otro momento nos reuniremos de nuevo, mientras tanto, sigamos pensando que venceremos.

Carlos Bojórquez Urzaiz 

Luchar por la cultura, es una batalla titánica y muchas veces poco recompensada. Abrir brecha por la cultura, implica una labor dura y desigual, y sostener esa lucha exige la más de las veces la difícil cualidad de hacer verdaderos milagros. Esta lucha es igual de dura en el campo del teatro, de la música y, prácticamente en todo el campo de las artes. Tal parece que las musas son veleidosas e ingratas con quienes buscan sus favores, y que, tocar las mieles del triunfo está reservado a unos cuantos, y no siempre a los más meritorios. En este campo, la lucha por la labor editorial, es una de las más complicadas y cuyos frutos pocas veces logran trascender y menos redituar a quien pone en juego todas sus energías y afanes. La experiencia de crear y sostener una revista, con fines culturales es una empresa titánica y que, definitivamente reditúa, reditúa en planos de un orden estrictamente moral, anímico, de la más amplia realización personal, y eso, no tiene comparación alguna en la vida de las almas sensibles y generosas.

En la historia de las letras yucatecas, revistas memorables han dejado su huella luminosa. Esfinge, Platero, Voces Verdes, son nombres que se deben evocar con un reconocimiento para todas las mujeres y los hombres generosos que las hicieron posibles. En el campo del periodismo estudiantil, en la Escuela Modelo, también ha habido recordadas revistas, desde El Diminuto, en 1916, pasando por El Modelista, El Vocero Modelista, hasta llegar a la revista Blanco y Azul; así que no es de extrañar que un modelista como Carlos Bojórquez Urzaiz haya emprendido una aventura con la publicación y permanencia de la revista Informe Fracto.

Informe Fracto, ha dejado en su breve vida una huella que marca primicias en el periodismo cultural y de opinión. Una revista plural como pocas ha habido. Diversa e incluyente, que no ha rehuido a tema alguno que sus plumas han querido abordar, cada uno desde su trinchera de lucha. Desde sus columnas, ha tenido cabida la denuncia, la crítica afilada y aguda, la lucha a brazo partido por los Derechos Humanos. Creemos que, no hay pluma que haya dejado correr su tinta por sus columnas, que se haya sentido defraudada o sesgada por una línea sugerida y mucho menos impuesta. En sus páginas, se respiraba una libertad sin cortapisa alguna. Y todo esto, créanmelo, vale su peso en oro, y pocas veces se da, así con esta plenitud.

La fuerza de la situación económica es muy fuerte, sostener un proyecto como este no es cosa fácil, y termina naufragando, a pesar de sus logros periodísticos y literarios, porque la frase de Quevedo sigue teniendo una tremenda vigencia: “Poderoso caballero es don dinero”; y cuando éste falta, el casco de la nave hace agua y se va a pique sin remedio, con todo y su precioso cargamento de cultura. Así de fría y brutal es la realidad económica.

Nos duele profundamente que este día, 3 de octubre de 2021, sea el último que vea la luz esta memorable revista. Le decimos adiós con una tristeza profunda. Pero sin perder la esperanza de que, en un futuro, este gran proyecto pueda ser rescatado. En muchas revistas ha habido primera y segunda épocas. Deseamos profundamente que así suceda con Informe Fracto. Mientras tanto, el decimos con el alma en la mano: ¡Hasta luego! Mérida, Yuc., a 3 de octubre de 2021.

Continuar Leyendo

Arte y ciencia

El periodismo necesario

Joed Amílcar Peña Alcocer

Publicado

en

La construcción de la opinión pública informada es uno de los grandes retos de la sociedad de la información y el conocimiento, y como es de imaginar, la prensa juega un papel importante en este proceso.

Yucatán atraviesa por una compleja situación, la pandemia agudizó la presencia de información falsa, manipulada y poco confiable. En estas condiciones, no es de extrañar que la toma de decisiones sea complicada y que el ejercicio de los derechos no sea pleno, por lo que la ciudadanía navega sin rumbo en el turbio mar de la información. Este contexto, en apariencia desalentador, puede ser superado por el trabajo de los medios de comunicación que, a través de un accionar ético y responsable pueden erigirse en herramientas que nos permitan orientarnos en estas aguas peligrosas. Eso ha sido Informe Fracto.

Los tres años de existencia de este medio de comunicación han demostrado cómo el periodismo digital puede y debe perseguir dos cosas: ética informativa y calidad de contenido. Durante la pandemia Informe Fracto fue uno de los pocos medios que suscribieron declaraciones puntuales sobre la responsabilidad de los medios de comunicación ante la emergencia por la Covid-19, mostró una clara inclinación por dar visibilidad a grupos que normalmente fueron marginados del espacio de la opinión pública, supo hacer uso del lenguaje como una forma de equilibrar el perverso juego de la desigualdad y reunió para ello a un nutrido grupo de profesionales e intelectuales.

Las páginas digitales de Informe Fracto serán recordadas como uno de los foros de opinión más importantes del espacio digital, donde convivieron algunas de las plumas más apreciadas del campo cultural yucateco. Este espacio digital mostró al periodismo regional los nuevos rostros y perfiles del periodista necesario.

No quepa duda que algún historiador ya ha tomado registro de esta publicación, por lo que su permanencia en la historia de la prensa regional esta asegurada. No se puede ocultar que éste, el medio más crítico de los últimos años, muchas veces fue a contracorriente del discurso periodístico yucateco y con ello sentó un precedente de independencia y libertad para cada uno de sus colaboradores. No se ejerció la libertad de opinión sin reflexión, no se busco ir a contracorriente sin un objetivo, por el contrario, la prioridad fue brindar certeza al lector.

Hace ya casi un año, por la generosidad de Carlos Bojórquez Urzaiz, recibí la invitación para hacer de Informe Fracto un espacio para mis ideas y reflexiones. Posiblemente no correspondí con la constancia debida, por ello valoro más la disposición permanente y entusiasta que siempre mostraron los editores al recibir mis colaboraciones.

La escritura y la reflexión nos llevan siempre por rumbos que se cruzan. Queda la memoria, queda la historia y el respeto a los valores del periodismo necesario.

Continuar Leyendo

Notas al margen

Perspectiva y constancia de lo escrito

Manuel Tejada Loría

Publicado

en

Pero seré fiel a la divisa
de no escribir nunca una mentira.

Fidel Castro

La experiencia de lo digital ha sido una incitación y, sobre todo, una suerte de esperanza de que la cultura escrita todavía es constancia, y para algunos, destino. Informe Fracto es prueba de que el periodismo puede hacerse desde un discurso más humano y justo, que la escritura de la nota roja puede ir más allá de la estulticia, y que la perspectiva de género es un imperativo que debe permear las redacciones y nuestras relaciones humanas. No se puede desligar la vida diaria del periodismo responsable, de la editorial crítica. No podemos relegar la comprensión del presente a momentos fugaces en cualquier red social, o bien, a impulsos atrabancados de mentira, ego, verborrea y ripio.

Ha sido otro el latir de Informe Fracto. Seguramente otro el motivo de cada colaboradora y colaborador de este proyecto editorial en internet que, sin anuncios y propaganda, bregó por un mar embravecido de crisis pandémica, económica y globalización.

Aún y con todo, queda en la virtualidad, inequívoca constancia de lo escrito, seguro de que la reflexión, esa sí, persistirá en el día a día de quienes confluimos en este espacio diverso.

De manera personal, agradezco y reconozco desde estas líneas, la encomiable labor de Carlos Bojórquez Urzaiz, Rocío Valencia y Lilia Balam para que Informe Fracto navegara sublime. Fueron, sin duda, el viento a favor.

Para mi fue vivificante volver a escribir Notas al margen después de una lamentable y forzada pausa. Y, además, escribirla para un medio digital como Informe Fracto. No sólo fue un puntual recordatorio de la vocación, sino confirmar que este mundo se enfrenta desde nuevas trincheras con palabras, ideas y acciones.

Reencontrar al profesor de universidad, ahora como editor de una revista digital, fue del mismo modo muy grato, aunque no sorpresivo. La esencia del doctor Carlos Bojórquez Urzaiz gira siempre en torno a las ideas, el conocimiento y la creatividad. Es una dicha poder encontrar a un interlocutor como él, y por supuesto, el alto valor de su amistad.  Por eso tengo la certeza de que una próxima aurora marcará no uno, sino nuevos rumbos.

Continuar Leyendo

BOLETÍN FRACTO

RECOMENDAMOS