Una especialista del ISSSTE señaló que el confinamiento por la pandemia de Covid-19 pudo agravar síntomas en pacientes con alguna patología psicológica.
Mérida, Yucatán, 13 de enero del 2021.- Durante el año pasado, 970 personas fueron atendidas por depresión en centros de salud públicos de Yucatán. El confinamiento implementado por la pandemia de Covid-19 pudo incidir en esas cifras, pues habría agravado los síntomas en pacientes con alguna patología mental.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, a lo largo del año pasado se brindó atención a 740 mujeres y 230 hombres por depresión. Uno de los factores relacionados con esa estadística es la contingencia sanitaria por el coronavirus, pues las medidas y restricciones impuestas a la población para evitar contagios, afectaron las dinámicas sociales de las personas.
“La contingencia por la Covid-19 ha provocado que existan afectaciones depresivas en niñas, niños, jóvenes, personas adultas y adultas mayores, porque se han modificado rutinas. Ha incrementado los síntomas en pacientes que ya padecen alguna patología mental, por lo que se requiere estar pendientes para evitar incluso un suicidio”, explicó la psicóloga de la Clínica-Hospital Mérida del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Nelly Patricia Morales Munguía, a través de un comunicado.
La experta precisó que no ha sido fácil para la población entender los beneficios del “encierro”, pues pocas veces se piensa en la vulnerabilidad ante el contagio. De igual forma, en algunos hogares se han presentado afectaciones económicas, lo cual genera tensiones. Por otra parte, este período se ha caracterizado por el bombardeo de noticias negativas, lo cual “provoca desesperanzas y preocupación”, sobre todo en personas de la tercera edad, en quienes se suelen detectar síntomas de cambios de humor de manera más fácil.
Ante este panorama, es necesario recordar que la depresión es un trastorno que, con un diagnóstico oportuno puede ser tratada. El padecimiento debe ser atendido por un psiquiatra y un psicólogo en conjunto, señaló.
Hay algunas medidas que pueden implementarse para evitar agravar los síntomas. Por ejemplo, fomentar canales de comunicación abiertos en el seno familiar; propiciar el diálogo con respeto y sensibilidad, para no herir susceptibilidades; cuidar las actitudes, es decir, “recordar que cada acción tiene una reacción y hay gente que se encuentra muy sensible, viviendo una realidad muy distinta”, detalló Morales Munguía.
También es necesario hacer conciencia de que “tenemos que aprender a convivir con el coronavirus” y las medidas de higiene y distanciamiento previenen la enfermedad, por lo cual no podemos dejar de cumplirlas.
“En el caso de las y los jóvenes, hacerles entender por qué no pueden reunirse con sus amigos. No es fácil, porque nunca se ha pasado por una pandemia, pero esto puede salvarle la vida a ellos y a sus familias”, indicó la especialista.
Si tú o alguna persona que conozcas tiene este trastorno y requiere asesoría, puede llamar a la Línea de la Vida, al teléfono 800 911 2000 o a la Línea UNAM, al 55 5025 0855.
Por cierto, pese a la confusión que se ha desatado en redes sociales y algunos medios de comunicación, la Organización Mundial de la Salud no conmemora en ninguna fecha la lucha contra la depresión. Únicamente celebra el Día Mundial de la Salud Mental cada 10 de octubre.
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