Una larga entrevista telefónica a la profesora Addy Díaz Sánchez, debido a las restricciones
que ha impuesto la pandemia del Covid 19, nos permite atisbar la importancia que representó la práctica del deporte en la
Colonia Yucatán como una forma de vida entre los habitantes de ese hermoso
poblado. De hecho era difícil concebir la actividad social ese pueblo maderero
sin asistir a la práctica de algún deporte a modo de competencia a través de
los campeonatos que inicialmente convocaba el Comité Social y Deportivo y que
posteriormente entusiastas personas de la localidad se encargaron de tomar la
estafeta de la organización con fines de recreación.
Durante las décadas de los años 50 y 60 era común y satisfactorio observar
cómo se organizaban los campeonatos de boliche, softbol, volibol en sus ramas
varonil y femenil y el campeonato regional de béisbol, a cargo de la empresa
maderera con la participación de equipos donde ésta tenia injerencia como lo
fueron diversos poblados del estado de Quintana Roo entre ellos: Kantunilkin,
Solferino y Chiquilá, colindantes y cercanos al centro maderero.
Nos cuentan de reuniones de trabajo tanto en la Casa Principal como en la escuela
primaria y en la Nevería del Casino, donde asistían Jaime Contreras, el “ Chango” Serrato, Luis Ricalde, Eusebio Díaz, Ramón
Vidal y Emilio Zamudio, entre otros, con
el fin de organizar el campeonato siguiente. No había finalizado
uno cuando ya se estaba pensando en el siguiente.
A manera de entretenimiento se organizaban las siguientes actividades recreativas,
según palabras de la profesora Addy
Díaz: los lunes eran de volibol, los
martes de audición con la Orquesta Medval, los miércoles, transmisión de
películas de corte americano en el cinema
Trópico, los jueves se realizaban funciones de box, y los el viernes de
nuevo el campeonato de voleibol en la cancha principal. Estas eran las
actividades que se desarrollaban por las noches, al mismo tiempo que los
campeonatos de Boliches en el Casino.
Con el fin de fomentar el deporte se construyó a las puertas de la fábricas
un campo deportivo para la práctica del softbol, mismo que se llevaba a cabo
inicialmente durante las tardes y posteriormente, cuando ya se contó con luz
artificial mediante grandes luminarias, los juegos se practicaban por las
noches, contando entonces con la participación de algunos equipos de mujeres.
Por otra parte, la cancha principal ha sido desde siempre un lugar icónico
de la Colonia Yucatán cuyas pequeñas gradas se distinguen enfrente de la
Iglesia, en el gran parque ubicado al centro de la población. En este lugar se
recuerda la realización de emotivos encuentros deportivos entre equipos locales y
de La Sierra, tanto de volibol femenil y varonil, como de basquetbol varonil, contando con importantes visitas a manera de intercambio
de competencias entre equipos de la región como lo fueron equipos de
Valladolid, Tizimín y Espita.
También se guardan recuerdos gratos del campo deportivo donde se practica el béisbol y el futbol. Ese
campo deportivo ha sido escenario de juegos legendarios como aquel que en la
década de los 60 escenificaran los equipos representativos de Tizimín y la
Colonia Yucatán en la llamada Liga Oriental de Béisbol, cuando en un juego del
rol regular, se enfrascaron en un duelo de picheo los grandes peloteros Armando
Díaz, espiteño de origen y Arnaldo “Fantasma”
Rosado. El resultado final, después de 17 entradas, favoreció al equipo de
Tizimín. De este gran juego hablaremos con amplitud en otra oportunidad, así
como de las diferentes disciplinas deportivas señaladas en este artículo.
Asociación de Cronistas e Historiadores de Yucatán A.C.