Este sábado 13 de julio la blogger de viajes y creadora de la plataforma Pies Viajeros, Andrea Carrillo, impartió la conferencia: El viaje como estilo de vida, una plática que presentó a los asistentes la filosofía de los viajes.
En punto de las diez de la mañana en el Hotel Boutique: Real San Juan Center, la ponente inició la conferencia compartiendo un poco de su experiencia en este estilo de vida, donde resaltó que la mayoría de las personas sólo se enfocan en compartir sus viajes en las redes sociales, cuando la verdadera e importante razón para viajar debe ser conocer, experimentar y aprender sobre cada lugar que se visita, por eso ella comparte todas sus aventuras a través de Pies Viajeros, el cual promociona el sector turístico, cultural y artístico de México.
Para convertirse en viajero de tiempo completo, la blogger indicó que primero se deben establecer las prioridades para cada persona, enumerándolas según su importancia, para determinar el tiempo en el que se lograrán. Si entre estas prioridades, esta el realizar un viaje, se necesita entender que es más que una actividad de ocio, es un espacio de aprendizaje para uno mismo.
El objetivo de esta conferencia fue crear conciencia en la sociedad juvenil sobre la filosofía del viajar, donde esta actividad se considera como un proyecto personal, en el que se aprende de uno mismo y se disfruta de la vida, conociendo cada uno de los lugares que se visita y difundiendo que este estilo de vida más que un lujo, es una oportunidad de vivir a plenitud y con felicidad.
Cuenta la historia que existió un rey maya llamado “Chechén”, que cometió terribles excesos con su pueblo, por lo que fue perseguido, y finalmente exterminado. Antes de morir juró que regresaría para vengarse de todos, y meses más tarde creció un árbol oscuro y con veneno en sus venas que empezó a extenderse por toda la selva. Todo lo que entraba en contacto con su savia dañina, padecía los males derivados de aquel veneno.
En
contraparte, también existió una bellísima princesa maya con fama de bondadosa
y muy querida llamada Chaká. Desgraciadamente enfermo de gravedad y murió, pero
sus súbditos decidieron enterrar su cuerpo junto a la tumba del temido “Chechén” para que su bondad alejara el
fantasma del rey maligno. Pronto
surgió de la tierra un árbol con cualidades curativas que se extendería por la
selva en la misma proporción que el “Chechén”,
por lo que actualmente detrás de cada árbol de “Chechén” siempre hay uno de “Chaká”.
Experiencias o leyendas
La península
de Yucatán sin duda conserva vivas numerosas historias, leyendas y anécdotas, debido
a que van pasando de generación a generación. No obstante algunas personas han
vivido directamente ciertos sucesos tan fuertes que ni los mismos médicos
entienden o simplemente se unen a la experiencia para entender lo que realmente
pasa en las comunidades mayas.
El árbol del Chechén
Un hecho vivido
de manera cercana, fue el encuentro de unos familiares cercanos con el “Chechén”, y por no creer o por
terquedad, un joven fue a chapear y cortó la madera del “Chechén”. La cargo entre sus brazos y la movió de lugar. Esta
persona después de varios días empezó a sentir urticaria en todo su cuerpo,
pensando que esos síntomas eran producto de alguna intoxicación, así que fue
con médicos y después de tratamientos que no funcionaban procedió a ir con
especialistas de la piel, como dermatólogos, alergólogos, inmunólogos e incluso
reumatólogos.
Lamentablemente
después de varios meses, los medicamentos no le hacían efecto o simplemente le
calmaban la comezón, pero después de un tiempo el enrojecimiento siguió al
igual que la comezón. La familia era la que más sufría con ello, pues un
pariente enfermo es el sufrimiento de todos.
Los recuerdos de los padres y la sabiduría de los
abuelos
Después de
mucho tiempo, al no ver resultados por parte de los medicamentos y tratamientos,
los padres del joven consultaron con un J’men
(sacerdote), quien pidió a los padres y al joven que le conversaran sobre lo
sucedido antes de que se enfermará. Después de escuchar con atención, el J’men limpió y santiguó al afectado,
pues al enterarse que estuvo en contacto con el “Chechén” le diagnosticó “mal
viento”, y daños físicos en el cuerpo. Explicó que el daño depende de cada
persona, del tiempo al estar cerca del árbol y el tipo de contacto con el
árbol.
Días antes
los abuelos del joven le habían comentado que existen plantas que lo podrían
ayudar, pero como todo joven no creyó. No obstante, el J’men le recetó al joven las mismas plantas que los abuelos le
recomendaron, dejando ver y decir a los abuelos “te lo dije”. No cabe duda que los padres y abuelos siempre
buscaran lo mejor para los hijos sin dejar atrás su cultura, sus historias y
sus tradiciones.
El árbol del Chaká
Una de las
plantas, seguramente la más importante para usar como medicamento es el “Chaká”, así fue como lo explico el J’men, pues la describió como la contra
del “Chechén”. Para que funcione el
tratamiento, las hojas de “Chaká”
deben de ser remojados las hojas en agua por un rato mientras son aplastadas y
mezcladas con el agua, hasta que cambie de color. Con el agua deberá bañarse el
enfermo según lo dicte el J’men. En
el caso del joven sólo una vez al día, pero entre más reciente sea el daño del
“Chechén”, más rápido será el efecto
del “Chaká”.
Después de
casi 8 meses de que el joven fue dañado por la planta de “Chechén”, el efecto de “Chaká”
favoreció su salud, pero lo tendrá que estar usando por varios días e incluso
meses, según la recomendación del J’men.
Esta situación deja varios aprendizajes, vivir una situación de manera tan
cercana es más que una historia o creencia cultural. Es tan real que merece la
pena atender la profundidad de las tradiciones mayas.
Personas de la tercera edad podrían presentar trastornos anímicos
Mérida, Yucatán, 25 de febrero del 2021.- Los trastornos anímicos ocasionados por el confinamiento de casi un año por la pandemia de Covid-19, han provocado que las personas adultas mayores padezcan con mayor facilidad depresión, lo cual, a su vez, hace que sus hábitos alimentarios se vean afectados, reveló el profesor investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Luis Ricardo González Franco.
Durante el simposio, “Retos para la salud, nuevas prácticas alimentarias desde un enfoque multidisciplinario”, el especialista advirtió que lo anterior crea una gran incertidumbre que, sumada al estrés, se convierte en detonador de todo tipo de reacciones fisiológicas y emocionales.
“Al pensar en los trastornos alimentarios, es muy importante estar atentos a un probable incremento de los llamados efectos emocionales negativos del confinamiento, como ansiedad, tristeza, ira y soledad”, agregó.
En tal sentido, indicó que el aislamiento puede generar episodios de ansiedad, sedentarismo y aumento del consumo de más calorías, es por ello que, dijo, es necesario evitar una mala alimentación pues si se llegara a presentar la Covid-19 solo aumentaría los riesgos de complicaciones.
Además, mencionó algunos datos demográficos sobre el adulto mayor, pues en Yucatán habitan 163 mil 316 personas con edades superiores a los 65 años, según la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, lo cual quiere decir que son el grupo poblacional con más riesgo de contagiarse y el de mayor índice de mortalidad por Covid-19.
González Franco hizo un llamado para apoyar a este grupo de personas que son vulnerables en esta época, y recomendó delegar la responsabilidad de la compra de los alimentos a otros miembros del hogar, apoyarse en algún vecino o persona conocida que les ayude con ese tipo de tareas.
Asimismo, comentó que en la preparación de los alimentos, se seleccionen aquellas opciones más saludables como a la plancha, al vapor, al horno o guisados bajos en grasas.
Si se presenta algún malestar que afecte la deglución o falta de apetito se recomienda preparar los alimentos en caldos, pures o cremas para facilitar su consumo.
“En momentos de confinamiento la ansiedad se hace presente, para lo cual es ideal ocuparse en otras actividades”, concluyó.
Haber vivido en una casa maya, ayuda a conservar un hermoso recuerdo de
infancia, pues no es lo mismo conocerla por fuera que residir en ella.
La vivienda
rural en México es parte de la gran riqueza con que cuentan nuestras culturas
originarias, ya que de alguna manera resulta ser el espejo donde ser reflejan
las actividades tradicionales de sus habitantes. Asimismo, la vivienda viene a
ser el espacio propicio para satisfacer la necesidad de refugio y convivencia
con el medio ambiente. En este sentido, las moradas tradicionales resultan ser
una expresión de la actividad constructiva heredada de tiempos remotos,
asentada en la tradicional casa maya de huano que es común observar en varias
regiones de la península de Yucatán.
Casa de huano
La casa de huano tradicional, conocida en maya como “Xa’anil naj”, edificada con materiales vegetales, como la palma denominada “Ku’um”, postes “Okom” y bejucos para la estructura, tierra y piedra para la mampostería, ha jugado un papel significativo en la vida de los pueblos yucatecos, porque en ella se resume un conjunto de conocimientos prácticos con los que se identifican. Tanto su valor cultural como arquitectónico, conllevan un cúmulo de saberes que se han heredado de generación en generación.
Su principal
función ha sido albergar a sus habitantes, y aunque ha sufrido modificaciones
por la presencia de nuevos materiales no naturales en su estructura, todavía
salvaguarda los rasgos esenciales de la antiquísima casa del pueblo maya. Sin
duda, la afectación más grave de esas viviendas consiste en su reemplazo por la
casa occidental de bloques o de pared, a causa de cambios socioeconómicos,
políticos y culturales, cambios impulsados incluso por los gobiernos en los planes
de mejoramiento habitacional que dejan de lado la tradición que incluye
aspectos como el manejo de la selva y el entorno climático.
Conocimientos para
construir una casa
La transmisión
del conocimiento sobre la construcción de la Xa’anil naj se da normalmente de padre e hijo, pero también ocurre
de manera colectiva entre los que realizan la actividad. Muchas veces los
ayudantes de los constructores terminan por aprender la actividad a través de
la observación, la explicación de las técnicas de construcción y el manejo de
la propia naturaleza que va desde la selección del lugar en el que se van a
cortar las maderas hasta el amarre de las mismas.
Tiempo atrás, la
casa se hacía con la ayuda de todos los miembros de la familia, y a veces con
la colaboración de otras personas de la comunidad. En la construcción de manera
colectiva, el dueño de la casa otorgaba a los ayudantes una cantidad económica
voluntaria y los alimentos, por lo que no resultaba cara su edificación, además
de que se tenían los recursos materiales de manera libre y cercana en los
montes cada vez más deteriorados de la Península.
Actualmente, la
escasez de materiales relacionada directamente con lo económico, tiende a ser
un factor que frena la continuidad de los saberes constructivos a través de la
práctica en la arquitectura de la Xa’anil
naj, debido a que actualmente todo cuesta y pocos brindan ayuda
comunitaria. El individualismo de la cultura occidental que se rige con
reglas diferentes, cada día se impone
más.
Hombre y mujer en la
casa
Tomando en
cuenta el sentido de relaciones de pareja, la Xa’anil naj es un espacio que forma parte del universo vinculado
directamente al sentido dual, masculino y femenino, con el que se inicia y se
forja la familia. De esta forma, cuando los hijos tanto hombres como mujeres
forman su propia familia, eventualmente ya no comparten la casa con los padres,
y precisan fabricar sus viviendas Xa’anil
naj, lo que permite que el poblamiento de la comunidad ocupe su espacio
ejidal, o los suelos de uso común que, al repartirlos o entre los hijos, pasan
a denominarse solares o terrenos donde habitarán con sus propias viviendas.
Al tumbarse el monte para fomentar dichos solares se modifica el hábitat, y puede considerarse como uno de los elementos que contribuye a la escases de materiales para la construcción de la Xa’anil naj.
Casa fresca
La Xa’anil naj es preferida entre los
habitantes de los pueblos por el comodidad que ofrece. Sin duda, es el mejor espacio
para descansar y dormir, dado que es el más fresco en tiempos de calor. En este sentido la casa de huano es sinónimo
de frescura que brinda el viento que produce sentimientos de felicidad entre
quienes la habitan.